lunes, 2 de agosto de 2010

En el pais de los ciegos...




Conflicto.
La necesidad de medir el poder que ostenta cada uno, no es algo exclusivo del reino animal. En el reino de las señales de tráfico existe una guerra oculta. Una lucha sin cuartel por ver quién es capaz de aturdir más a los usuarios. Los heraldos de la señales horizontales pugnan por el favor de los reyes verticales. Las bandas de carteles informativos trafican con pintura reflectante. Las modas se imponen, millones de piercings a base de LEDs adornan las antiguas señales que se acicalan para no perder vigencia.
En este caso la pequeña señal planta cara a la más alta y aparentemente bien asentada. Su indicación de obligatoriedad está enfrentada. La tensión entre ambas es patente y nos la transmiten a los que, atónitos, observamos una escena que se repite día a día en la calle. Sólo sobreviven los mejor preparados. Una observadora neutral parece descansar cómodamente en su pared sin querer intervenir. La señales de prohibición siempre han tenido fama de insolidarias y no querer mojarse.
Por otra parte, hasta los enemigos más irreconciliables pueden, deben, formar un todo armónico y equilibrado. Aquí vemos como estas dos señales se complementan y estabilizan. Han llegado a la conclusión que a muchos de nosotros, los humanos, nos llevará varias existencias conseguir, que no es otra que, donde mejor estoy, es lo más cerca de algo que sea todo lo contrario a mi.
Claro que, a ver si lo que nos están recordando en realidad es que NO HAY DIRECCIONES ÚNICAS!!?? Parecería terrible darse cuenta a estas alturas de que siempre hemos seguido unos caminos trazados por los caprichos de unos dibujos de colores.

Place Snatchers

1 comentario:

Salomé dijo...

¿En una calle de Cádiz? Lo mismo es que el viento ha girado a una de las dos... ¿pero a cual?